Me siento tan sola. Es decir, a la mayoría de mis amigos parezco no importarles, por lo tanto queda la duda de si son o no mis amigos.. y al porcentaje más pequeño, o estudian o están por ahí dando vueltas fuera de esta puta ciudad.

Y me siento como el orto, estoy pasando las peores vacaciones ever y lo único que quiero hacer es irme bien a la mierda. Lo único que salva este puto verano es Marcos, que claro, sin él, creo que ya me hubiese ido a Adrogué a morir un poco.

Son todos una mierda sepanlooooooooooo

its gonna get bad

before it gets good.

Mirando por la ventanilla del tren, me concienticé del cambio, o los cambios. De los anteriores, de los presentes, de los que vendrán. Ya nada es igual, & menos lo será. Me resulta extraño estar sentada & observar cómo las cosas se van transformando, mimetizando, absorbiendo. Creo que yo también me estoy absorbiendo, mimetizando, transformando. & no creo que este cambio, uno de tantos, me guste. De hecho no, no me gusta, & haré todo para dejarlo irse.

Lo que yo necesito es tomarme un tren, una combi, un taxi, un micro.. y estar

over the hills and far away.

Navidades estresantes & caóticas navidades, pero divertidas.. en familia. Año nuevo en Merlo, con la familia de Marcos.. muy lindo.
& este año qué? Yo no creo en esas cosas de nuevos proyectos & cambios & todo. Lo único que cambia es el año, por el resto sigue siendo el mismo transcurso del tiempo, los mismos problemas, las mismas alegrías.
Como yo siempre digo, la vida es una espiral de colores.

Todo vuelve, pero de distinta manera.