Pienso. Imagino. Espero. Des- espero.
Lloro. Ignoro. Vuelvo. Te veo. Me muero

También puedo escribir cosas lindas. Como una hoja de otoño, como la lluvia, como la luna. Puedo decir las cosas que me gustan. Puedo pensarlas, puedo nombrarlas. Puedo escribir sobre el papel, puedo recitarlo, y puedo llorarlo. Puedo llegar a acercar la palabra a la idea, pero puede que sea insuficiente.
Puedo escribir cosas bellas. Puedo hablar de música, de filosofía y de luchar. Puedo luchar. Puedo ennumerar palabras lindas. Piruleta. Chimichurri. Arco. Ronda. Acueducto. Estalactita. Puedo pensar en lo hermoso, en lo gracioso, en la gracia. Y te pienso a vos. Puedo sentir tu caricia, tu envolvimiento, tu cintura. Puedo recordar el gesto, el silencio, el abrazo. Puedo describir el roce, puedo olerlo. Puedo sentirlo. Puedo callarlo. Puedo escribirlo.

. Y, ¿a dónde escribo lo que siento? ¿a quién le digo que te quiero? Me lo guardo en secreto, me lo como y lo devoro por dentro. Un libro absurdo, un sentimiento abstracto, metafísico, alucinógeno. Porque esto no es real, esto no existe. Me lo inventé yo. Me escapé y te encontré y ahora pretendo que seas mi realidad. pero esto es toda la mentira que se me ocurrió sentir. ¿O es verdad? No puede ser real... cómo me encanta divagar y chocar y encastrarme y lastimarme.
Ojalá pudiera abrazarte. Ahora mismo. Que no estés triste. O que al menos me dejes acompañarte en tu tristeza. Y abrazarte.